Elisa Santacruz, Raquel Mateo-lobo, Belén Vega-piñero, Javier Riveiro, Gema Lomba, Raquel Sabido, Fátima Carabaña, José Ignacio Botella Carretero
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Introducción: recientemente se ha planteado la posibilidad de comprobar la colocación de los catéteres centrales de inserción periférica (PICC) mediante control electrocardiográfico intracavitario (ECG-IC) ya que permitiría disminuir el tiempo de colocación y evitaría el control radiológico.Objetivo: evaluación de dicho método frente al control radiológico habitual.Métodos: estudio prospectivo en el que se incluyeron 532 pacientes de forma consecutiva. Se excluyeron aquellos pacientes con arritmias o en tratamiento con fármacos antiarrítmicos. En todos los casos se comprobó la colocación de la punta del PICC mediante control ECG-IC y mediante la realización de una radiografía de tórax, que fue considerada método de referencia.Resultados: la colocación del PICC gracias al control ECG-IC (aplicabilidad) fue del 96,8%. La correcta colocación del PICC gracias a la interpretación del ECG-IC se confirmó en un 94% de los casos con la radiografía de tórax (precisión). En 13 pacientes (2,7%) se requirió la recolocación del catéter tras el control radiológico. El índice κ de concordancia fue de 0,356 (p < 0,001). La sensibilidad del método ECG fue de 0,98, con un VPP de 0,97 y un cociente de probabilidad positivo de 1,5. Sin embargo, la especificidad fue solo del 0,35 con un VPN de 0,41 y un cociente de probabilidad negativo de 0,06.Conclusión: la comprobación de la colocación de los PICC mediante ECG-IC es plausible, segura, presenta unos índices de validez/fiabilidad adecuados y permitiría disminuir el tiempo de colocación del catéter. Sin embargo, la comprobación radiológica sigue siendo necesaria, especialmente en los casos de ECG negativo o dudoso.
Palabras Clave:
Ante cualquier agresión, el organismo pone en marc...
El paciente crítico presenta una respuesta metaból...