Jorge Gabriel Ruiz Sánchez, Samara Palma Milla, Beatriz Pelegrina Cortés, Bricia López-Plaza, Laura María Bermejo López, Carmen Gómez Candela
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En estos últimos años se ha evidenciado un aumento de las reacciones adversas a alimentos, probablemente asociadas a los cambios en el estilo de vida producidos en las últimas décadas. Una reacción adversa a alimentos es cualquier respuesta clínicamente anormal que puede atribuirse a la ingestión, contacto o inhalación de un alimento, de sus derivados o de uno de sus aditivos.Pueden clasificarse en alergia o intolerancia alimentaria. Las alergias alimentarias suelen tener un componente inmunológico generalmente asociado a inmunoglobulina E (IgE). Las reacciones adversas a alimentos tienen una gran repercusión tanto clínica como social y perjudican la calidad de vida de los pacientes y, en algunos casos, resultan fatales, de ahí que se implique directamente a los servicios de restauración colectiva y de manufacturación de alimentos para su correcto manejo.Los alimentos más alérgenos cambian según el grupo etario. La alergia al huevo es la más frecuente en menores de 5 años y a las frutas frescas, en los mayores de 5 años. Las manifestaciones clínicas más frecuentes son de tipo cutáneo-mucosas. Las intolerancias alimentarias pueden deberse a un mecanismo farmacológico, metabólico, mixto o idiosincrático, pero no inmunológico. Las manifestaciones clínicas suelen ser dosis dependientes, mientras que las alérgicas son dosis independientes.La intolerancia alimentaria más frecuente y conocida es la intolerancia a la lactosa, que es de tipo metabólica. El tratamiento principal para ambos tipos de reacciones adversas a alimentos consiste en evitar el alimento que causa de la reacción.
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